LA TECNOLOGÍA Y SUS ACTUALIZACIONES CON REPORTES DEL ECUADOR
La ciencia considera distintos hechos,
que deben ser objetivos y observables. Estos hechos
observados se organizan por medio de diferentes métodos y técnicas, (modelos y
teorías) con el fin de generar nuevos conocimientos. Para ello hay que
establecer previamente unos criterio de verdad y asegurar la
corrección permanente de las observaciones y resultados, estableciendo. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la
generación de nuevos conocimientos objetivos en forma de predicciones
concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados,
presentes y futuros. Con frecuencia esas predicciones pueden formularse mediante y estructurarse como reglas o leyes
generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo
actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.
También podemos observar un vídeo para mayor información palos visitantes de esta pagina.
Manuel I. Monteros Valdivieso (1904-1970) un científico ecuatoriano
Desde hace muchos años entre otros propósitos, que se van posponiendo por una u otra razón, he tenido el de escribir sobre mi antiguo, admirado y nunca olvidado maestro, el profesor Manuel I. Monteros Valdivieso.
Siempre recordaré como en febrero de 1970, cuando ocupaba la dirección del entonces Hospital Regional "Carlos Manuel de Céspedes" de Bayamo, leí en la revista Bohemia el pequeño artículo necrológico sobre el profesor Monteros del escritor Fernando G. Campoamor, su gran amigo, y varios días después, en una reunión científica de nuestra institución inicié la misma con emotivas palabras de recordación y homenaje al modesto y laborioso hombre de ciencias ecuatoriano que había realizado en Cuba toda su obra docente e investigativa.
En 1974 cuando junto al doctor José López Sánchez y otros, reactivamos la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina, propuse celebrar una sesión solemne en homenaje a tres de las figuras importantes, ya fallecidas, de la primera etapa de la Sociedad, los historiadores de las ciencias medicas: José Andrés Martínez-Fortún Foyo, César Rodríguez Expósito y Manuel I. Monteros Valdivieso, pero tal proposición no se pudo hacer realidad en ningún momento.
Es ahora, con el provechoso viaje a nuestra patria del doctor Rodrigo Fierro-Benitez, personalidad médica y política del Ecuador y Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Historia de la Medicina, que se nos presenta la ocasión para hacer realidad el viejo proyecto de rendir este pequeño homenaje de recordación al profesor Monteros.
Etapa de su vida en Ecuador
A Manuel Ignacio Monteros-Valdivieso le gustaba en ocasiones escribir la inicial de su segundo nombre con la letra "Y" y colocar un guión entre sus dos apellidos, por esto último le pregunté en cierto momento si eran un apellido compuesto paterno, a lo que me contestó: "No, yo soy hijo de un Monteros y de una Valdivieso".
Y de un Monteros (Nicanor) y de una Valdivieso (Mercedes), de profundas raíces locales nació en 1904* en la ciudad de Loja, cantón y provincia del mismo nombre, en la República del Ecuador.
La ciudad de Loja fue fundada en 1553 por el colonizador español Don Alonso de Mercadillo y está situada en las faldas del monte Villonaco, a una altura de cerca de 2 200 metros sobre el nivel del mar.
En los años del nacimiento y la niñez de Monteros sus calles, según el profesor Teodoro Wolf,2 destacado geógrafo y antiguo profesor de la Escuela Politécnica de Quito, eran rectas, de regular anchura y muy bien empedradas; disfrutaba de alumbrado público desde 1897, fue la primera ciudad del Ecuador que lo estableció y su población no pasaba entonces de 12 000 habitantes, en la actualidad se eleva a 114 198 habitantes. Tanto del cantón como de la provincia de Loja su principal riqueza era la agricultura, pero disponían de minas de oro, cobre, hierro, azogue y carbón de piedra.
Cuando Monteros contaba un año de edad, un miembro ilustre de la familia materna, el doctor Bernardo Valdivieso, fundó la Escuela Nacional, que después llevará su nombre, con facultad de jurisprudencia y otras enseñanzas ya había fundado el Seminario, por lo que en 1909 se le erigió una estatua en bronce en la Plaza Mayor de la ciudad. También contaba la población con un Instituto Nacional para la segunda enseñanza y numerosas escuelas de enseñanza primaria para ambos sexos, además de un Protectorado Artístico e Industrial de Señoras, en el que se impartían fundamentalmente artes domésticas.
Todo esto demuestra que Loja disponía de excelentes posibilidades docentes para su juventud en las primeras décadas del presente siglo, no obstante lo cual no tenemos constancia documental de que Monteros se * Nació el 19 de abril de 1904 (Monteros Molina J M (Compilador). "Manuel Ignacio Monteros Valdivieso. 1904-1970". Fundación Cultural "Manuel Ignacio Monteros Valdivieso". Loja, Ecuador, 1995).
